Al día siguiente Políxena se lo explicó a su hermano Paris, quien mató a Aquiles.
Allí fabrica las armas para los dioses del Olimpo y para los héroes, como la armadura de Aquiles y el tridente de Poseidón.
Aquiles era el más fuerte y rápido de los griegos: le llamaban «el de los pies ligeros».
Aquiles fue muerto, a su vez, por una flecha en el talón, la única parte vulnerable de su cuerpo, lanzada por Paris.
Aquiles se enamoró de la troyana Políxena, pasó una noche de amor con ella y le reveló cuál era su punto débil: el talón.
Aquiles se lo dio.
Aquiles, entonces, volvió a la lucha para vengar a Patroclo; mató a Héctor y arrastró su cadáver al pie de las murallas de Troya, antes de devolverlo a su padre.
Consulta los recursos digitales y explica brevemente los siguientes temas iconográficos aparecidos en las obras de esta unidad: Atenea, Hermes, Dioniso, Afrodita, Victoria, Medusa, Aquiles, gigantomaquia, centauromaquia, Batalla de Iso.
Cuando Aquiles mató a Héctor, su padre, Príamo, roído por el dolor, se humilló ante el guerrero griego y le pidió el cadáver de su hijo.
De este modo, Aquiles nunca alcanza a la tortuga, por lo que se concluye que el movimiento no existe.
Durante el largo asedio de Troya la ciudad se fue debilitando, pero a los griegos les costaba imponerse porque eran víctimas de la discordia: Aquiles se enfadó con Agamenón porque este le había quitado a su esclava Briseida.
Durante los combates, Aquiles fue herido en el talón por una flecha lanzada por Paris y murió.
El Doríforo («portador de la lanza»), probablemente Aquiles, lo realizó Policleto como demostración de los principios de su canon, según el cual la altura total de la figura debe ser igual a la de su cabeza multiplicada por siete.
El triunfo de Aquiles.
En compensación, tomó a la esclava que había correspondido como botín a Aquiles.
En una escena de la Ilíada, Aquiles recibe el aviso de que no debe luchar contra su enemigo Héctor porque le costará la vida.
Entonces, Patroclo, gran amigo de Aquiles, le pidió permiso para luchar llevando sus armas y así dar ánimos a los ejércitos.
Entre estos héroes estaban Aquiles, hijo de Tetis y de Peleo y rey de los mirmidones, Ulises, Patroclo, Néstor… Los griegos reunieron mil barcos en la bahía de Aulis, donde la flota fue retenida por los dioses.
La confesión de Aquiles En la puerta del Hades, el mismo Aquiles asegura a Odiseo que «más querría ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal y de corta despensa, que reinar sobre todos los muertos que allá perecieron» (Odisea, XI).
Loco de dolor, Aquiles volvió a tomar las armas y mató a Héctor.
Neoptólemo, hijo de Aquiles, consiguió llevar a Filoctetes hasta Troya.
Patroclo organizó un gran asalto contra Troya, pero murió a manos de Héctor, el hijo mayor del rey Príamo, quien lo confundió con Aquiles.
Príamo habla con Aquiles.
Se trata de dos poemas épicos: la Ilíada narra la cólera de Aquiles en la guerra de Troya, mientras que la Odisea explica las aventuras de Ulises en el camino de vuelta de Troya hacia Ítaca.
Solo superado por Aquiles en fuerza y valor.
Su madre lo había convencido de que descendía de Heracles por parte de padre y de Aquiles por parte de ella.
Ulises y Áyax se disputaron las armas de Aquiles; como las obtuvo Ulises, Áyax se suicidó.
Zenón, por ejemplo, propuso la aporía de Aquiles: el héroe griego nunca alcanzará en una carrera a una tortuga si deja al animal una ventaja inicial: cuando el atleta llegue al punto donde comenzó a correr la tortuga, esta habrá adelantado algo, por lo que aún no la habrá alcanzado; pero cuando Aquiles haya recorrido esa distancia, la tortuga habrá progresado de nuevo, por lo que tampoco la habrá cogido.
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