Básicamente, captamos cuatro sabores: salado, ácido, dulce y amargo.
Cataluña mantendría vivo durante mucho tiempo el amargo recuerdo de su vinculación a Francia.
Existen cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo; cada uno de ellos es percibido con una intensidad distinta en diferentes zonas de la lengua.
Las bases tienen gusto amargo, son jabonosas al tacto, cambian el color de algunos pigmentos vegetales, pero con un color diferente que los ácidos, y sus soluciones también son conductoras de la corriente eléctrica.
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