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28 oraciones y frases con ábside

Las oraciones con ábside que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar ábside en una frase. Se trata de ejemplos con ábside gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar ábside en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A ellas se añadía la torre central, más alta y sobre el crucero, dedicada a Jesucristo, rodeada de otras cuatro en representación de los Evangelistas, y una última sobre el ábside, dedicada a la Virgen.

  • Además de estas torres de las fachadas, sobre el crucero se elevaría una torre aún mayor, rodeada de otras cuatro, y una más sobre el ábside.

  • Consulta los recursos digitales y define los siguientes términos: arco, arco de medio punto, luz ( de arco), intradós, bóveda, bóveda de cañón, bóveda de arista, abovedado, cúpula, podio, pórtico, pseudoperíptero, semicolumna, casetón, pilar, nave, nicho, óculo, vomitorium, frente de la escena (frons scenae), arena, arcada, espina, ábside, ático, trépano .

  • Cristo Pantocrátor y la Virgen eran las dos figuras dominantes y, por tanto, las que ocupaban los lugares preeminentes: el Pantocrátor en la cúpula, símbolo por excelencia del espacio celeste; y la Virgen en la bóveda del ábside.

  • El fondo es plano, sin más referencias que la arquitectura del ábside, carente de perspectiva, y la puerta, que solo en su base insinúa un escorzo.

  • El espacio interior es dinámico y define un itinerario que va desde la entrada principal por el oeste, a través de la nave central, hasta el ábside de la cabecera, el lugar más significativo, donde se sitúa el altar.

  • El espacio interior se articula a partir de un eje direccional que conduce desde la entrada hacia el altar y el ábside, principales centros visuales de interés.

  • El exterior, con cimborrio sobre el crucero, refleja con claridad la ordenación interior, y el muro manifiesta la influencia lombarda en sus elementos decorativos: arquillos ciegos, que recorren su parte superior, prolongados a intervalos regulares por lesenas o bandas lombardas; y entre unos y otras, galería de arcos vivos en el ábside central.

  • El huevo de avestruz suspendido del techo del ábside ha sido objeto de diversas interpretaciones, que lo relacionan, por su simbolismo, con el nacimiento de Jesús o del hijo del duque (fue por esos años), e incluso con el emblema de los Montefeltro.

  • En el ábside, un baldaquino coronado por un templete contenía las reliquias de la Pasión de Cristo.

  • En el centro, aparece Cristo en Majestad (Maiestas Domini) dentro de la mandorla y de tamaño mucho mayor que las demás figuras del ábside.

  • En el interior de la sala de oración se encuentra la quibla o muro orientado a La Meca (en la mezquita de Córdoba está orientado al sur) con un mihrab o nicho equivalente al ábside de las iglesias cristianas.

  • En la cabecera, la nave central se prolonga en un ábside semicircular con bóveda de horno, reservado al obispo y al clero mayor.

  • En la quibla se halla el mihrab, nicho en cuyo interior se sienta el imán (quien dirige la oración) y que parece inspirarse en el ábside de la basílica cristiana.

  • Es también en sí misma un mensaje religioso simbólico: La planta de cruz latina representa el cuerpo de Cristo crucificado; y el ábside central, Parteluz o mainel Puerta su cabeza y el espacio divino por excelencia.

  • La altura de las fachadas se corresponde con la del conjunto del edificio y es prácticamente igual a su anchura (ocho metros), por lo que el volumen exterior, si se prescinde del ábside mudéjar añadido en uno de sus lados, tiene forma cúbica.

  • La cabecera es un ábside, con siete capillas radiales en forma de absidiolos y deambulatorio alrededor del presbiterio.

  • La muestra más representativa de esta pintura la encontramos en el ábside de la iglesia de San Clemente de Tahull (Lérida).

  • La nave central era más alta que las laterales, con ventanas en el tramo de más altura y con ábside en la cabecera.

  • La obra analizada es el mosaico bizantino conocido como «Cortejo de la Emperatriz Teodora», situado en el ábside de San Vital de Rávena.

  • Las cubiertas son las propias del Románico: bóveda de cañón con arcos fajones en la nave central y el transepto, bóvedas de arista en las laterales y el atrio, cúpula sobre trompas en el crucero, y bóveda de horno en el ábside.

  • Las dos naves laterales se prolongan en el ábside de la cabecera en un deambulatorio o girola.

  • Los detalles secundarios y, en particular, los espaciales, son escasos y se limitan a las cortinas, la puerta, la fuente y el ábside que enmarca a la emperatriz.

  • Su planta es de cruz griega inscrita en un rectángulo, pero si se observa con atención se puede comprobar que en realidad deriva de la planta basilical de tres naves, de las cuales la central es más ancha y más alta que las laterales y culmina en un ábside en la cabecera.

  • También maravillan sus armoniosas proporciones: la anchura de la nave central es el doble que la de las laterales, y la longitud del transepto equivale a la del cuerpo principal (sin considerar el pórtico ni el ábside de la cabecera).

  • Tiene planta octogonal, con deambulatorio, como los baptisterios paleocristianos, pero un ábside con presbiterio define un eje longitudinal dentro de la planta centralizada.

  • Una vez más contrasta su pobre aspecto exterior con la riquísima decoración interior de mármoles y mosaicos, entre los cuales destacan los cortejos de Justiniano y de su esposa Teodora, uno frente al otro en el ábside de la cabecera, ofreciendo a la iglesia una patena y un cáliz de oro respectivamente.

  • Uno de los centros principales del mudéjar leonés fue la ciudad de Sahagún, en el Camino de Santiago, que aún conserva obras tan representativas como la iglesia de San Tirso, del siglo, iniciada en piedra, como se aprecia en la base del ábside central, pero continuada en ladrillo.